El ciclo de 4 años que predice el pico del Bitcoin podría extenderse hasta 2026

Updated on Sep 26, 2025 at 12:57 pm UTC by · 3 mins read

El próximo máximo de Bitcoin podría producirse en 2026 en lugar de 2025. ¿La razón? Un contexto macroeconómico que está redistribuyendo las cartas del juego.

Durante más de una década, los inversores han confiado ciegamente en el ciclo de cuatro años del Bitcoin. Se trata de un evento donde las recompensas por minería se reducen a la mitad, conocido como halving. En los años posteriores que siguen a este acontecimiento, Bitcoin siempre ha experimentado subidas masivas atravesando varias fases consecutivas.

Sin embargo, esta mecánica parece mostrar ahora señales de debilidad. El próximo máximo de Bitcoin podría producirse en 2026 en lugar de 2025. ¿La razón? Un contexto macroeconómico que está redistribuyendo las cartas del juego.

Cuando la macroeconomía altera el calendario del Bitcoin

Tradicionalmente, los ciclos de Bitcoin han sido fáciles de seguir: comienzan con una fase de acumulación, después llega el halving, seguido de euforia y finalmente una caída abrupta. Por ejemplo, Bitcoin pasó de unos pocos miles de dólares a 20.000 dólares en 2017 tras un halving. Hasta ahora, las predicciones basadas en los halvings siempre han acertado.

No obstante, la realidad actual es considerablemente más matizada. Raoul Pal, un analista de reconocido prestigio, subraya que los vencimientos de la deuda estadounidense están alargando la duración de estos ciclos, que ahora pueden variar en períodos de entre 4 y 5 años.

La economía mundial sigue un patrón muy diferente al de los halvings y ejerce una influencia considerable sobre Bitcoin, que ya no puede permitirse actuar por libre. Debido a esta influencia, el mercado cripto tiene grandes posibilidades de prolongar su ciclo de cuatro años hasta 2026.

A esto se suman los tipos de interés, que la Reserva Federal ajusta de manera regular. Para Bitcoin, esto implica que la liquidez institucional prevalece ahora sobre el apetito de los pequeños inversores. El calendario del bull run depende menos de las multitudes entusiastas que de las decisiones de la Fed. Actualmente, la Fed ha reducido ligeramente los tipos, pero las perspectivas futuras siguen siendo inciertas.

2026: un horizonte más lejano, pero quizás más explosivo

Aplazar el máximo un año no tiene por qué ser necesariamente una mala noticia. Si la historia se repite, un ciclo prolongado podría significar una oleada aún más masiva. Las señales se van acumulando: ARK Invest de Cathie Wood acaba de añadir cerca de 38 millones de dólares en BTC a su cartera. Esto confirma que los grandes actores siguen viendo más allá que los particulares.

Las ballenas también continúan llenando sus carteras, preparando ya el terreno para un movimiento a gran escala en los próximos meses. El escenario de un pico en 2026 obligará a los inversores a demostrar paciencia y disciplina. Quienes esperaban un despegue rápido tendrán que lidiar con una fase de consolidación más prolongada.

Este retraso corre el riesgo de cansar a los inversores más impacientes. Pero, paradójicamente, es precisamente en esta espera donde se forjan las mayores ganancias. Si Bitcoin ha demostrado algo en más de 10 años, es que la recompensa siempre está al final del camino.

Este ligero contratiempo no pone en duda las estimaciones alcistas de los expertos. Cuando el próximo bull run haga realmente su entrada, es posible que sea más importante de lo que jamás hayan conocido los inversores hasta la fecha.

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