El Fondo Monetario Internacional acusa al Gobierno salvadoreño de haber manipulado la naturaleza de sus adquisiciones de Bitcoin (BTC).
Un nuevo ataque contra la política criptográfica de Nayib Bukele que intensifica el pulso iniciado desde 2021 entre el pequeño país centroamericano y la institución financiera internacional.
¿Compras reales o un espejismo contable?
Desde el 7 de septiembre de 2021, El Salvador convirtió el Bitcoin en una de sus dos monedas oficiales. A finales de 2022, Nayib Bukele había anunciado incluso un programa de compras diarias de un BTC por jornada. En la actualidad, el país asegura poseer más de 6.241 Bitcoin, lo que equivale a cerca de 750 millones de dólares.
Sin embargo, el último informe del FMI pone seriamente en entredicho esta versión. La institución sostiene que estas supuestas compras no son más que simples transferencias entre carteras gubernamentales, sin nuevas adquisiciones efectivas. Estos movimientos serían, por tanto, reagrupaciones internas de activos ya existentes, disfrazadas de nuevas operaciones.
«El aumento de las tenencias refleja la fusión de los Bitcoin desde diversos monederos pertenecientes al Estado», se lee en una nota del informe.
No es la primera vez que el FMI arremete contra la estrategia BTC de El Salvador, pero esta acusación de manipulación arroja una nueva sombra sobre la transparencia del Gobierno de Bukele, especialmente en un contexto donde un préstamo de 3.500 millones de dólares ha quedado condicionado a una reducción de la exposición al Bitcoin.
Un enfrentamiento político e ideológico
Tras esta polémica contable se oculta un conflicto mucho más amplio. Desde el comienzo de la aventura bitcoinera de El Salvador, el FMI muestra una hostilidad constante, temiendo una puesta en cuestión del orden monetario internacional. Para algunos, se trataría incluso de chantaje financiero, como demuestra el caso argentino donde la institución exigió explícitamente el abandono de cualquier iniciativa cripto.
President Bukele met with Michael Saylor this afternoon at Casa Presidencial.
Bitcoin was discussed.
🇸🇻🚀 pic.twitter.com/q0ycdnGg62
— The Bitcoin Office (@bitcoinofficesv) February 14, 2025
En El Salvador, varias entidades públicas vinculadas al Bitcoin, como la cartera digital Chivo o la central geotérmica LaGeo, están ahora obligadas a publicar informes trimestrales, prueba del control del FMI sobre las finanzas nacionales. No obstante, pese a estas presiones, la Oficina Nacional del Bitcoin continúa anunciando una compra diaria, como para reafirmar la soberanía económica del país.
Al mismo tiempo, los bonos del Estado salvadoreño atraviesan un buen momento. Bloomberg los sitúa entre los más rentables de los mercados emergentes, señal de que la estrategia económica de Bukele, aunque controvertida, despierta cierta confianza entre los inversores.
El enfrentamiento entre El Salvador y el FMI trasciende, por tanto, las cifras y los informes: es una batalla de influencias sobre el futuro de las finanzas mundiales.
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