El debut de WLFI no deja indiferente a nadie. Por un lado, algunos aplauden la ambición de construir una nueva generación de protocolos DeFi.
El lanzamiento del token WLFI de World Liberty Financial marca un hito sin precedentes en la confluencia entre criptomonedas, política y finanzas descentralizadas. Respaldado por Donald Trump y su familia, este controvertido proyecto irrumpe con fuerza en los mercados cripto, exhibiendo ya una valoración que supera los 30.000 millones de dólares.
Sin embargo, tras este espectacular debut, los analistas se plantean una cuestión fundamental: ¿estamos ante un verdadero avance para las DeFi, o se trata de un espejismo alimentado por una agresiva estrategia de marketing?
Un debut orquestado y una valoración desmesurada
El pasado 1 de septiembre, WLFI debutó en diversas plataformas, incluyendo Binance, Upbit y Gate, con una cotización inicial de más de 0,30 dólares por token. Con este precio, la valoración totalmente diluida del proyecto rebasa los 30.000 millones de dólares, situando a World Liberty Financial al nivel de veteranos del sector como Dogecoin, Sui o Tron.
We are now live!!!! Our team has always believed in American strength and leadership. With today’s @WorldLibertyFi’s $WLFI 🦅 token launch, we’re setting a new standard for financial freedom; built on trust, speed, and U.S. values. This is a huge moment for the future of money! pic.twitter.com/40yUOZkG5Q
— Eric Trump (@EricTrump) September 1, 2025
Para su lanzamiento, se liberó aproximadamente el 24,67% de la oferta total de 100.000 millones de tokens, es decir, cerca de 24.670 millones de WLFI. La distribución revela una elevada concentración entre World Liberty Financial Inc., Alt5 Sigma, y asignaciones destinadas a tesorería o marketing. A esto se suma una porción de 4.000 millones de tokens reservada para los primeros inversores, ahora ya disponible en el mercado.
La estrategia parece meridiana: aprovechar el respaldo político y mediático para generar una tracción inmediata. No obstante, diversos analistas expresan su inquietud por la falta de transparencia en torno a la gobernanza del proyecto. El token supuestamente desempeñará un papel decisorio en los protocolos internos, especialmente en la gestión del USD1, una stablecoin ya operativa en Ethereum, Solana, BNB Chain y Tron.
¿Es WLFI una de las criptomonedas que van a explotar en 2025?
Una centralización preocupante y riesgos regulatorios
Más allá de las cifras, este lanzamiento plantea serias dudas sobre la sostenibilidad del proyecto. Varios analistas señalan la inquietante concentración de tokens en manos de iniciados. Un simple movimiento de venta por parte de un actor principal podría bastar para agotar la liquidez del mercado.
Además, pese a esta concentración, la SEC no ha clasificado WLFI como un valor financiero. Esta excepción genera críticas. Para ciertos observadores, el proyecto representa un intento de utilizar el peso político para eludir las normas vigentes.
«Esta operación pone a prueba la capacidad del poder político para reescribir en tiempo real la regulación de las criptomonedas», resume un experto.
Según su análisis, si un proyecto tan centralizado y opaco logra esquivar el escrutinio de las autoridades, esto podría debilitar las protecciones para los inversores en todo el sector.
La promesa de WLFI va, sin embargo, mucho más allá de un simple token: World Liberty pretende imponer un modelo de «DeFi regulada«, combinando narrativa política, infraestructura financiera y conformidad parcial. En este sentido, el proyecto se presenta como una prueba a gran escala, con implicaciones mucho más amplias que su cotización en Binance.
El debut de WLFI no deja indiferente a nadie. Por un lado, algunos aplauden la ambición de construir una nueva generación de protocolos DeFi integrados en las redes institucionales. Por otro, las críticas subrayan el riesgo de sentar un precedente peligroso: un token con tintes políticos que podría influir en la regulación mientras sortea las normas establecidas.
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