Redactora técnica experta en DeFi, blockchain, análisis técnico y fundamental del mercado de criptomonedas. Más de ocho años asesorando a particulares y empresas.
El fin de semana debía marcar una simple calma de final de mes para Bitcoin (BTC). Se transformó en caída fulminante y avalancha de liquidaciones. Muchos traders apalancados quedaron fuera de juego en apenas unas horas. Una purga del apalancamiento que golpea sobre todo las posiciones largas El domingo por la noche, la cotización se […]
El fin de semana debía marcar una simple calma de final de mes para Bitcoin (BTC). Se transformó en caída fulminante y avalancha de liquidaciones. Muchos traders apalancados quedaron fuera de juego en apenas unas horas.
El domingo por la noche, la cotización se deslizó desde una zona de consolidación en torno a los 91.000 dólares. En tres horas, el precio se desplomó hacia los 86.000 y 86.500 dólares según las plataformas. La bajada rozó el 5%, borrando de golpe la pequeña recuperación de los últimos días. A su estela, ether retrocedió cerca de los 2.820 dólares, mientras que Solana, XRP, BNB y otras grandes capitalizaciones cedieron entre un 4% y un 7%.
La capitalización total del mercado cripto perdió aproximadamente 144.000 millones de dólares durante la velada. El movimiento devolvió a Bitcoin hacia los niveles observados en el valle de noviembre. Sin embargo, el shock procede sobre todo de la violencia del movimiento, concentrado en un puñado de horas poco líquidas.
Detrás de este «domingo negro», las cifras de los derivados hablan por sí solas. En 24 horas, las plataformas registraron más de 500 millones de dólares de posiciones forzadas. El total se acerca a los 646 millones de dólares en liquidaciones durante la secuencia completa, todas las criptomonedas incluidas.
Casi el 90% de estas posiciones eran largas. Numerosos traders apostaban por una continuación del rebote tras la primera vela semanal en verde desde hacía varias semanas. Más de 180.000 cuentas resultaron afectadas, según los agregadores de datos. Además, los mayores destrozos se concentraron en Bitcoin y ETH.
En concreto, una liquidación se produce cuando el margen de un trader ya no basta para absorber las pérdidas. El exchange cierra entonces la posición para evitar un saldo negativo. Por tanto, cuanto más elevado es el apalancamiento, más se acerca la zona de liquidación al precio de entrada. Un movimiento moderado puede desencadenar así una oleada de ventas automáticas.
Eso fue lo que ocurrió el domingo por la noche. El precio rompió un nivel clave, lo que activó una primera serie de ventas forzadas. A continuación, esas ventas hicieron bajar el mercado un poco más, lo que provocó una segunda oleada de liquidaciones, y después una tercera. El efecto bola de nieve fue típico de un mercado sobrecargado de apuestas alcistas.
BREAKING: Bitcoin falls -$4,000 in 2 hours as mass liquidations return.
$400 million worth of levered longs have been liquidated over the last 60 minutes. pic.twitter.com/qKB7MYJapu
— The Kobeissi Letter (@KobeissiLetter) December 1, 2025
Este movimiento no procede únicamente de las posiciones apalancadas. En el frente monetario, los mercados siguen apostando por una bajada de 25 puntos básicos de la Fed en diciembre. Las probabilidades superan el 80% en las herramientas de seguimiento de futuros. No obstante, varios analistas consideran que este escenario ya está integrado en el precio desde el rally de septiembre y octubre. Por consiguiente, una simple bajada de tipos podría no bastar para relanzar una tendencia alcista duradera sin flujos importantes hacia los ETF.
Ahora bien, las salidas de los ETF de Bitcoin en el mes de noviembre alcanzaron varios miles de millones de dólares. En consecuencia, la demanda institucional parece en retroceso, lo que fragiliza el soporte de los precios. Algunos gestores hablan ya de una «espiral de desapalancamiento» más que de un inicio de mercado alcista estructurado.
La actualidad DeFi añadió una capa de inquietud. El domingo, el protocolo Yearn sufrió un hackeo en su pool yETH, con millones de dólares drenados antes de ser enviados hacia un mezclador on-chain. Algunos temen que este tipo de ataque empuje a los grandes depositantes a retirar sus fondos de varios protocolos a la vez, provocando desequilibrios temporales de liquidez.
Los niveles técnicos siguen siendo, en este contexto, las referencias principales de los traders. En torno a los 87.000 dólares, muchos veían una zona bisagra, «la línea en la arena». Un mantenimiento por encima podría abrir la vía a un rebote gradual hacia los 95.000 y 100.000 dólares en caso de discurso acomodaticio del banco central estadounidense. Por el contrario, una ruptura clara reforzaría el escenario de un retorno hacia los 80.400 dólares, con un posible barrido de liquidez aún más bajo.
Al final, este «domingo negro» recuerda una realidad sencilla. En un mercado todavía dominado por el apalancamiento, una mezcla de tensión macro basta a veces para desencadenar un mini-crac, incluso sin noticia importante evidente.
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Redactora técnica experta en DeFi, blockchain, análisis técnico y fundamental del mercado de criptomonedas. Más de ocho años asesorando a particulares y empresas.